En esta tercera entrega nos desplazamos en avión hasta el centro del país. Visitaremos la colonial Hue y la bohemia Hoian. En el camino, pararemos en el Paso de las Nubes, las Montañas de Marmol y otros lugares evocadores.
Diario de nuestro Viaje a Vietnam en 15 días
DÍA 10: HUE- CIUDAD PROHIBIDA
A las 5 de la mañana un taxi que Dang nos había reservado la noche anterior, nos recogió del hotel y nos llevó al aeropuerto de Hanoi para coger nuestro avión con destino Hue, que aterrizó puntual y sin complicaciones.
En el aeropuerto puedes coger un taxi o un bus, que al comprar cuatro billetes solo pagamos 3 (40.000 Dongs).
Además le das al chófer el nombre del hotel al que quieres ir y va dejando a la gente en sus respectivos alojamientos.
Nosotros nos habíamos informado sobre el THAI BINH HOTEL II donde nos dejó y donde, después de ver las habitaciones y negociar precios nos instalamos por dos noches.
Rápidamente comenzamos la visita a la ciudad por la Ciudadela, que encierra la Ciudad Imperial y la Ciudad Prohibida Púrpura (55.000 Dongs)

El recinto está plagado de templos, pagodas, balcones, puertas delicadamete decoradas, puentes... es una delicia para los sentidos.


Lamentablemente, comenzó a llover, un poco al principio y torrencialmente después. Hasta con los chubasqueros fue imposible continuar la visita así que decidimos salir. Por suerte pudimos ver todo lo que queríamos.
La Guía Azul recomendaba un sitio para comer. Hasta ahora esta guía había acertado durante todo el viaje así que seguimos haciendo caso.
Se trata del Lac Thien en Duong Dinh Tieng Hag 6, en una esquina cerca de la ciudadela. El lugar la verdad es my humilde y a lo mejor ni nos habríamos parado, si embargo la comida está bastante bien, sobre todo los Crispy Noodles, el calamar relleno y los rollitos. Los cuatro con bebidas y postre salimos por unos 8€ y el dueño nos regaló de recuerdo un abrebotellas que acababa de fabricar y nos enseñó fotos que la gente le envíaba de todo el mundo utilizando su utensilio, con el Taj Mahal, la nieve o París de fondo.
Como estábamos muy mojados por la lluvia, nos fuimos al hotel y después seguiríamos nuestro tour por la bella ciudad colonial.
Tras el descanso dimos un paseo por Le Loi a la orilla del río Perfume que recuerda una avenida europea con sus bonitos edificios coloniales.
Seguimos paseando por la ciudadela y tras parar a tomar unas cervezas en un moderno café, continuamos caminando y observando la vida cotidiana de Hue hasta que llegamos al Thao Garden en el 3 de Thach Han, bastante apartado del centro.
Las chicas del hotel nos lo habían recomendado y nos habían reservado mesa, fue un pequeño capricho que nos dimos en un restaurante de lujo, aunque tampoco excesivamente caro.
Cuando entramos, nos encontramos dentro de una preciosa casa-jardín, ya en extinción en Hue, construidas por aristócratas, donde actualmente se encuentra este restaurante, exquisito por su decoración y por su comida.
El menú fijo constaba de varios platos, donde destcaron unos rollitos colocados sobre una piña formando un pavo real y un curioso postre que nos traen en un jarrón con flores y tras unos momentos de tensión, ya que no sabíamos qué es lo que nos teníamos que comer y alguna metedura de pata por intentar masticar lo que no era comestible, terminamos con la panza llena.
Cogimos un taxi para llegar rápido al hotel ya que comenzaba otra vez a llover y justo cuando entramos estalló el diluvio universal.
DÍA 11: HUE-TUMBAS IMPERIALES
Por suerte la mañana amaneció soleada, alquilamos unas motos por 10$ el día y nos fuimos a visitar las tumbas de los emperadores.
Pero antes, una parada en el mercado al otro lado del puente para comprar los típicos sombreros cónicos ya que Hue es famoso por sus sombreros bordados, de paso nos agenciamos con un bote de te de loto.
Ahora sí, comenzábamos el turismo. La primera parada fue en la Pagoda de Thien Mu.
Al llegar nos guardaron las motos a cambio de una propina, en otros lugares nos encontramos con que nos pedían que les compraras algo de lo que vendían como agua, plátanos etc.
La entrada al recinto de la pagoda, convertida en símbolo de Hue, es gratuíta. Mide 21 metros de altura divididos en siete pisos octogonales.

A su alrededor se levantan varios edificios, templos y jardines y es una visita muy bonita.
De aquí nos dirigimos con las motos a la tumba de Tu Duc (55.000 Dongs).
Es un recinto exquisito donde el emperador disfrutaba de momentos de retiro y finalmente se convirtió en su tumba. Aunque en realidad, se dice, que su cuerpo no está aquí enterrado, sino que ordenó enterrarse en un lugar secreto con un tesoro. Después mataron a todos aquellos que había trabajado en su tumba para que nunca pudiera ser revelado. ¿Realidad o leyenda?
Los lagos, los jardines y puentes, los templos... todo es de gran belleza. Además, prácticamente no están restaurados y se respira un ambiente bucólico y romántico.
Salimos, bebimos algo, porque aunque lo que veíamos era maravilloso, lo cierto es que el calor era pegajoso y nos hacía sudar como nunca.
Regresamos a nuestras motos y pusimos rumbo a la siguiente tumba: la tumba de Minh Mang.
Nos costó mucho encontrarla y dimos vueltas y más vueltas. Pero no nos importaba, pues disfrutamos enormemente del paisaje y de la gente que trabaja el incienso y los campos a los lados de las carreteras. Tras un buen rato encontramos la entrada al recinto.
Antes de entrar nos comimos unos plátanos a los que tuvimos que sacudirles las hormigas, y recuperamos fuerzas. Pagamos otros 55.000 Dongs y disfrutamos de la visita en la más completa soledad, lo que añade aun más encanto al lugar.
Esta tumba es más bonita, si cabe, que la anterior.


Todas las tumbas tienen una estructura similar: el acceso principal a través de una bonita puerta, un patio de los Honores donde monta guardia un ejercito de mandarines, elefantes y caballos de piedra, el Templo de la Estela donde cada emperador grababa algo, un templo para adorar al emperador, un lago o más y un sepulcro.
Como ya habíamos visto dos de las tumbas imperiales más importantes y dado que ya habíamos hecho casi tarde para comer, volvimos a Hue City con las motos y comimos en el Mandarín Café en la calle Tran Cao Van 24, justo detrás de nuestro hotel, donde el amable Sr. Cu nos enseñó su colección de fotos y presumió de haber expuesto en Francia e Italia. La comida es normal y el precio en la media.
De nuevo motorizados, terminaríamos el día viendo una clase de artes marciales en un parque al atardecer y cenando en un restaurante un poco pijo de la calle Phan Ngu Lao.
DÍA 13: CAMINO A HOIAN
En el hotel de Hue habíamos contratado un monovolumen que nos llevaría hasta Hoian haciendo varias paradas por el camino. Nos costó 60$, en Hanoi preguntamos y nos dijeron que unos 70$ así que no estaba mal y éramos cuatro a repartir.
Primera parada: LANG CO, una paradisiaca y enorme playa de blanca arena, pero aunque era temprano el calor apretaba. Paramos a ver una bonita estampa del pueblo pesquero y retomamos la marcha.

Comenzamos la subida a HAI VAN, más conocido como el "paso de las Nubes".
Arriba las vistas son impresionantes y quedan restos de un búnker estadounidense.
El siguiente receso son las MONTAÑAS DE MARMOL, cinco cerros cubiertos de vegetación que surgen del llano paisaje costero.
Cada una representa un elemento y nosotros visitamos THUY SON (15.000 D), que simboliza el agua.
La montaña está salpicada de templos, pagodas y cavernas. La más espectacular es HUYEN KHONG, una enorme gruta iluminada por un agujero en el techo. También es utilizada como adoratorio budista.



Después de recorrer la montaña durante una hora y agobiados por el calor y la humedad volvimos a nuestro coche para ir a comer a la Playa de China.
También es muy bonita y nos sentamos a almorzar en un restaurante a la orilla. La comida fue a base de pescado y marisco y no estaba mal de precio.
Nuestro largo viaje terminó cuando llegamos al único hotel que teníamos reservado con antelación, pues Hoian es una ciudad donde recomiendan hacerlo, aunque vimos bastante oferta hotelera.
El THIEN THANH BOUTIQUE HOTEL es un precioso hotel, el capricho del viaje.
En Hoian pasaríamos 3 noches, un receso en medio del largo viaje por Vietnam y un buen lugar para hacerlo, ya que la ciudad es preciosa, mágica e invita a pasear, a comprar y también tiene una magnífica playa donde reponer fuerzas.
Descansamos un rato en la piscina y después comenzaríamos el paseo.
Pronto nos daríamos cuenta de lo distinta que es esta ciudad a todas las demás que habíamos visto.
El ambiente es más bohemio, con mucha artesanía y tiendas donde comprar recuerdos.
Por la noche Hoian es aun mejor. Las calles se iluminan por cientos de farolillos de colores, las calles se cortan al tráfico en el centro y suena música.
Por la mañana, nos levantamos y tomamos un buen desayuno en los jardines del hotel.
Después nos fuimos al centro. Por 75.000 Dongs compramos una entrada que te da acceso a un templo, una congregación china, un museo, una antigua casa de comerciantes y al centro de artesanía donde además hay una representación de música y baile tradicional.
Nosotros visitamos la Capilla de la Familia TRAN, la congregación de FUJIAN donde se rinde culto a la diosa del Mar y el Templo de QUAN CONG.
Los trajes son muy bonitos y la música, cuando menos, curiosa.
Después de las danzas seguimos haciendo turismo, hasta que llegó la hora de nuestro curso de cocina.
Terminado el curso nos dimos un respiro, pues el calor durante las horas centrales del día es intenso. Luego buscamos algún sitio para hacernos algo de ropa. Nada de vestidos de noche ni copias de grandes firmas, que es lo que se hacen las europeas por allí, queríamos algo de ropa de corte oriental que podamos ponernos en nuestra vida diaria.
En la guía aparece recomendado HANH HU'NG pero la dirección ha cambiado, estaban en la calle Tran Hung Dao 103 no muy lejos del hotel.
Se dice que en Hoian están los mejores modistos de Vietnam, y se nota ya que la ciudad está repleta de tiendas de ropa a medida. Las hay más lujosas, donde como decía antes te copian diseños de alta costura hasta tiendas donde te hacen cualquier tipo de ropa con la tela que tu elijas.
Nos haríamos unos pantalones de lino y dos camisas de seda por 39$, las telas son preciosas. En mi ciudad llaman la atención.
También nos hicimos un abrigo y un vestido muy bonito para una boda, por menos de 70$. Nos los fuimos a probar dos veces, ajustando pequeños detalles, antes de irnos con la ropa, y quedamos muy contentas con el resultado.
Por la tarde, tomamos un taxi por 50.000 Dongs para ir a la playa. Aquí es mejor pedir que te pongan el taxímetro ya que te puedes ahorrar unos dongs.
Llegamos al anochecer a la playa de Cua Dai a unos 5 km de Hoian.
Está rodeada de hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs.
La gente cena a la orilla de la playa, bien en pequeñas mesitas, bien en esterillas a la luz de pequeños farolillos. Elegimos una de las mesas y nos trajeron el menú.
Pedimos a base de marisco y pescado, pero cuando nos lo traen nos dimos cuenta de lo picante que está todo.
Las gambas y el calamar se podían comer, pero las almejas y el pescado... sólo los chicos pudieron acabárselo y a mi me gusta el picante.
Finalizada la tranquila velada, cogimos de nuevo un taxi al centro y buscamos algún puesto donde vendieran dulces. Son como bollos, de coco, soja o plátano y así terminamos la noche.
Tocaba madrugar para ir a My Son al amanecer.
Aun es de noche cuando bajamos a la calle y de noche cuando nos vino a buscar una furgoneta.
Dentro de la furgo nos dieron café, agua y un bocadillo de jamón y queso y pusimos rumbo a MY SON: la tierra santa de Vietnam. Un recinto a 45 km de Hoian, con templos construídos hace 1500 años, olvidado durante siglos y donde la vegetación y la guerra han dejado huellas imborrables.
Llegamos a las ruinas cuando ya había amanecido, sin embargo, pudemos disfrutarlas en total soledad y con el "frescor" de la mañana, cuando el sol todavía no caía con toda su dureza, en este bello rincón de ruinas Cham.
Mereció la pena el madrugón.
Es imposible evitar la comparación con Angkor y My Son siempre pierde la batalla.
Pero su belleza reside en sus cicatrices y no en su grandiosidad, como los templos de Camboya.
Vimos grandes agujeros en el suelo de los B-52 americanos, donde la jungla se abre paso intentando olvidar.
Templos destruídos, en ruinas y algunos lamentablemente desaparecidos.
Pero My Son conserva su magia.
Nos hicimos fotos y aprendimos algo de un guía con un acento tan cerrado que hasta los angloparlantes tenían problemas para comprender, yo adiviné más que entendí.
Cuando volvimos a Hoian desayunamos en el hotel y descansamos un rato en la piscina. Bone decide irse a correr. (ver entrada Bone corre por Vietnam)
Después de un paseo y algunas compras fuimos a comer, pensamos en ir a ver a nuestros amigos de Mr. Rin, que aún se acordaban de nosotros.
La Rosa Blanca estaba deliciosa y yo me pedí un pescado también muy bueno.
Por la tarde, queríamos terminar nuestra estancia en esta preciosa ciudad volviendo a la playa para cenar.
Aun nos dimos un remojón y nos sentamos en una de las esterillas de nuevo a la luz de los farolillos.
Esa noche la cena fue menos picante, aunque tardaron en traerla, estaba bastante rica.
A la mañana siguiente, habíamos pedido un coche que nos llevara al aeropuerto en Danang y conseguimos dejarlo en 18$, era grande e íbamos muy anchos con nuestras mochilas y todo. Pero antes pedimos al personal del hotel que nos prepararan el desayuno y es de agradecer que se levantaran para hacernos un desayuno a base de te, café, zumo natural, fruta, bacon, queso, yogures... más de lo que habíamos deseado, pues contábamos con un café y algo de bollería. Excelente trato el de este hotel boutique.
Nuestro avión salió puntual y partimos rumbo a nuestro último destino: Ho Chi Minh City.
Podéis leer los diarios de la primera parte del viaje en: Norte de Vietnam Parte I y Norte de Vietnam Parte II
Y el viaje termina en el Sur de Vietnam
En Hoian pasaríamos 3 noches, un receso en medio del largo viaje por Vietnam y un buen lugar para hacerlo, ya que la ciudad es preciosa, mágica e invita a pasear, a comprar y también tiene una magnífica playa donde reponer fuerzas.
Descansamos un rato en la piscina y después comenzaríamos el paseo.
Pronto nos daríamos cuenta de lo distinta que es esta ciudad a todas las demás que habíamos visto.
El ambiente es más bohemio, con mucha artesanía y tiendas donde comprar recuerdos.


Habíamos pensado hacer un curso de cocina, así que nos apuntamos para el día siguiente (ver entrada Curso de cocina en Hoian)
Nos tomamos unas cervezas al lado del río, donde los simpáticos camareros del Mr. Rin en la calle Bach Dang 62, nos hicieron pasar un buen rato con sus bromas y comentarios.
Se trata de un grupo de restaurantes callejeros, todos juntos y cada uno con el nombre de Mr o Ms por delante.
Luego cenamos en el DAC SAN en Tran Phu 89. Tiene menús con 5 ó 6 platos por 70.000 Dongs pero tampoco son nada especial. Probamos las famosas White Rose.Por la noche Hoian es aun mejor. Las calles se iluminan por cientos de farolillos de colores, las calles se cortan al tráfico en el centro y suena música.

Nos compramos unos dulces en un puesto callejero y fuimos caminando hasta el hotel.
DÍA 14: HOIAN
Por la mañana, nos levantamos y tomamos un buen desayuno en los jardines del hotel.
Después nos fuimos al centro. Por 75.000 Dongs compramos una entrada que te da acceso a un templo, una congregación china, un museo, una antigua casa de comerciantes y al centro de artesanía donde además hay una representación de música y baile tradicional.
Nosotros visitamos la Capilla de la Familia TRAN, la congregación de FUJIAN donde se rinde culto a la diosa del Mar y el Templo de QUAN CONG.



Luego fuimos al centro de artesanía donde vimos los bailes y la música tradicional.
Comienza con músicos tocando, bailarines danzando, algún cantante... es una música complicada para nuestros oidos occidentales porque las escalas musicales en las que se basa una y otra música, occidental y oriental, son totalmente diferentes.Los trajes son muy bonitos y la música, cuando menos, curiosa.
Después de las danzas seguimos haciendo turismo, hasta que llegó la hora de nuestro curso de cocina.
Terminado el curso nos dimos un respiro, pues el calor durante las horas centrales del día es intenso. Luego buscamos algún sitio para hacernos algo de ropa. Nada de vestidos de noche ni copias de grandes firmas, que es lo que se hacen las europeas por allí, queríamos algo de ropa de corte oriental que podamos ponernos en nuestra vida diaria.
En la guía aparece recomendado HANH HU'NG pero la dirección ha cambiado, estaban en la calle Tran Hung Dao 103 no muy lejos del hotel.
Se dice que en Hoian están los mejores modistos de Vietnam, y se nota ya que la ciudad está repleta de tiendas de ropa a medida. Las hay más lujosas, donde como decía antes te copian diseños de alta costura hasta tiendas donde te hacen cualquier tipo de ropa con la tela que tu elijas.
Nos haríamos unos pantalones de lino y dos camisas de seda por 39$, las telas son preciosas. En mi ciudad llaman la atención.
También nos hicimos un abrigo y un vestido muy bonito para una boda, por menos de 70$. Nos los fuimos a probar dos veces, ajustando pequeños detalles, antes de irnos con la ropa, y quedamos muy contentas con el resultado.
Por la tarde, tomamos un taxi por 50.000 Dongs para ir a la playa. Aquí es mejor pedir que te pongan el taxímetro ya que te puedes ahorrar unos dongs.
Llegamos al anochecer a la playa de Cua Dai a unos 5 km de Hoian.
Está rodeada de hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs.
La gente cena a la orilla de la playa, bien en pequeñas mesitas, bien en esterillas a la luz de pequeños farolillos. Elegimos una de las mesas y nos trajeron el menú.
Pedimos a base de marisco y pescado, pero cuando nos lo traen nos dimos cuenta de lo picante que está todo.
Las gambas y el calamar se podían comer, pero las almejas y el pescado... sólo los chicos pudieron acabárselo y a mi me gusta el picante.
Finalizada la tranquila velada, cogimos de nuevo un taxi al centro y buscamos algún puesto donde vendieran dulces. Son como bollos, de coco, soja o plátano y así terminamos la noche.
Tocaba madrugar para ir a My Son al amanecer.
DÍA 15: HOIAN Y MY SON
Aun es de noche cuando bajamos a la calle y de noche cuando nos vino a buscar una furgoneta.
Dentro de la furgo nos dieron café, agua y un bocadillo de jamón y queso y pusimos rumbo a MY SON: la tierra santa de Vietnam. Un recinto a 45 km de Hoian, con templos construídos hace 1500 años, olvidado durante siglos y donde la vegetación y la guerra han dejado huellas imborrables.
Llegamos a las ruinas cuando ya había amanecido, sin embargo, pudemos disfrutarlas en total soledad y con el "frescor" de la mañana, cuando el sol todavía no caía con toda su dureza, en este bello rincón de ruinas Cham.


Mereció la pena el madrugón.
Es imposible evitar la comparación con Angkor y My Son siempre pierde la batalla.
Pero su belleza reside en sus cicatrices y no en su grandiosidad, como los templos de Camboya.
Vimos grandes agujeros en el suelo de los B-52 americanos, donde la jungla se abre paso intentando olvidar.
Templos destruídos, en ruinas y algunos lamentablemente desaparecidos.
Pero My Son conserva su magia.
Nos hicimos fotos y aprendimos algo de un guía con un acento tan cerrado que hasta los angloparlantes tenían problemas para comprender, yo adiviné más que entendí.
Cuando volvimos a Hoian desayunamos en el hotel y descansamos un rato en la piscina. Bone decide irse a correr. (ver entrada Bone corre por Vietnam)
Después de un paseo y algunas compras fuimos a comer, pensamos en ir a ver a nuestros amigos de Mr. Rin, que aún se acordaban de nosotros.
La Rosa Blanca estaba deliciosa y yo me pedí un pescado también muy bueno.
Por la tarde, queríamos terminar nuestra estancia en esta preciosa ciudad volviendo a la playa para cenar.
Aun nos dimos un remojón y nos sentamos en una de las esterillas de nuevo a la luz de los farolillos.
Esa noche la cena fue menos picante, aunque tardaron en traerla, estaba bastante rica.

A la mañana siguiente, habíamos pedido un coche que nos llevara al aeropuerto en Danang y conseguimos dejarlo en 18$, era grande e íbamos muy anchos con nuestras mochilas y todo. Pero antes pedimos al personal del hotel que nos prepararan el desayuno y es de agradecer que se levantaran para hacernos un desayuno a base de te, café, zumo natural, fruta, bacon, queso, yogures... más de lo que habíamos deseado, pues contábamos con un café y algo de bollería. Excelente trato el de este hotel boutique.
Nuestro avión salió puntual y partimos rumbo a nuestro último destino: Ho Chi Minh City.
Podéis leer los diarios de la primera parte del viaje en: Norte de Vietnam Parte I y Norte de Vietnam Parte II
Y el viaje termina en el Sur de Vietnam
Viaje completo: Diario de Viaje Completo a Vietnam
HOTELES
- THAI BINH HOTEL II: Luong The Vinh 2 (Hue). Hotel correcto, con habitaciones grandes. Bien ubicado y con restaurantes cercanos. Desayuno incluido, no es buffet, tienes algunas cosas como tortillas, crepes, zumos, café y te que entran y otras que tienes que pagar. Dispones en el hall de ordenadores con conexión a internet. Te recomiendan lugares para cenar, reserva de coches y motos, etc. 19€ la habitación.
- THIEN THANH BOUTIQUE HOTEL: Ba Trieu 16 (Hoian). Hotel con mucho encanto, con vistas a los arrozales, piscina y con muy buen desayuno continental en la terraza. Internet en el hall. 55$ la habitación