Diario y notas de viaje para viajar por el Sur de Vietnam, qué ver y qué visitar en 15 días en Vietnam
Día 16: Viaje de HOIAN a CAN THO
Habíamos pedido en el hotel un coche que nos llevara al aeropuerto en Danang y conseguimos dejarlo en 18$, era grande y vamos muy anchos con nuestras mochilas y todo. Pero antes pedimos al personal del hotel que nos prepararan el desayuno y es de agradecer que se levanten para hacernos un desayuno a base de te, café, zumo natural, fruta, bacon, queso, yogures... más de lo que habíamos deseado, pues contábamos con un café y algo de bollería. Excelente trato el de este hotel boutique.
Nuestro avión despegó puntual y salimos rumbo a nuestro último destino: Ho Chi Minh City.
Cuando llegamos cogimos un taxi por 7$, podríamos haber bajado algo, pero ya estaba cansada del regateo después de tantos días y nos llevó a la zona de PHAN NGU LAO, donde se concentra la mayoría de agencias y hoteles medios de la ciudad.
Teníamos muy pocos días, en realidad sólo dos y teníamos que movernos rápido para encontrar la manera de llegar a CAN THO en el Delta del Mekong.
![]() |
Camino a Can Tho |
Excursión a Can Tho
Nos acercamos a Kim Travel en la calle De Tham 270 con buenas referencias en foros y guías y les expusimos nuestra situación. Nos dieron dos opciones:
- Un tour privado por 80$ por persona.
- Un coche hasta Can tho por 70$ por persona.
Le dijimos que las dos opciones eran carísimas e hicimos el amago de levantarnos a lo que nos paró y nos comentó si podíamos esperar que iba a hacer una llamada y nuestro precio milagrosamente bajó a 40$ ida y vuelta por persona. Aquí se incluía el transporte en coche, el ferry y que el conductor pasara la noche allí para traernos de regreso al día siguiente.
El viaje eran 5 horas y sabíamos que podíamos ir en bus por mucho menos, pero las fuerzas ya nos fallaban y un viaje de más de 6-7 horas en un autobús vietnamita era mucho a estas alturas de viaje.
Can Tho está a 170km de la capital y estaréis pensando ¿5 horas ?.
Pues sí. En realidad fue algo menos, ya que a Can Tho (pueblo) sólo se llega en ferry y tuvimos la suerte de no esperar fila a la hora que llegamos, pero el chófer nos dijo que a veces esperaba hasta 2 horas.
![]() |
Esperando para entrar al ferry |
Como no llevábamos hotel nos acercó hasta uno que él conocía. No era caro pero olía a humedad y una de las habitaciones no tenía ventanas. Fuimos al de al lado y parecido.
Así que nos fuimos a uno recomendado en la guía el XUAINV MAI.
Había una señora que nos acompañó a todos los hoteles y hasta nos hacía de intérprete espontánea.
Llovía un poco y nos mojamos, porque a la calle del hotel había que entrar andando. Y mientras nos inscribíamos en el hotel el misterio de la Señora se resolvió:
Resulta que tenía una barca y nos ofreció una excursión por el mekong, pasando por los mercados, que duraría 5 horas, y además nos daba de desayunar. El precio se cerró en unos 270.000 Dongs si mal no recuerdo, en la media de lo que habíamos leído y aceptamos.
Dejamos las mochilas y nos fuimos a "comer-cenar" ya que eran más de las 16 horas.
![]() |
Can Tho |
Nos sentamos en el Mekong en el 38 de Hai Ba Trung y nos comimos unos noodles estupendos. En la carta había también serpiente, pero no estábamos inspirados.
Seguimos paseando por el pueblo y nos tomamos unos batidos por el centro.
![]() |
Can Tho |
Después nos fuimos al hotel a descansar pues el día había sido muuuuuy largo y además teníamos que madrugar mucho, ¡otra vez!.
Día 17: El Delta y Ho Chi Minh City
A las 5:30 de la mañana, la sobrina-guía de la señora del día anterior nos vino a buscar.
Nos compró té, cafés y agua y ya en el bote nos dio unos mini-plátanos y pan para que desayunáramos.
El barquero era un curtido vietnamita que manejaba el bote con destreza.
Vimos un precioso amanecer...

... y pusimos rumbo al mercado de CAI RANG a 6 km de Can Tho.
Un laberinto de barcas, grandes y pequeñas, con infinidad de productos frescos se cruzaban en nuestro camino.


Vimos el despertar de un día normal de la gente del Delta. Cómo se asean, cómo se preparan para su actividad diaria, cómo te sonrien cuando cruzas la mirada con ellos...
Mucha gente ha hecho su hogar de los barcos más grandes. Tenían allí su familía, su perro, su ropa tendida... y por supuesto sus productos para vender.
Como todo en Vietnam, era un CAOS ORGANIZADO.
Salimos de aquel cúmulo de barcas y nos dirijimos al PHOG DIEN a 10 km más abajo y más auténtico.


Allí compramos un par de cocos para beber y algún dulce y salimos a navegar por los laberínticos canales.
Anchos al principio y más estrechos después.![]() |
Nuestros cocos preparados |
Siempre rodeados de casitas y gente en sus orillas bañándose, lavando la verdura o la ropa o simplemente saludándonos con la mano al pasar.


Hemos visto, a lo largo del país, que los niños nos saludan con emoción y con un alegre : Hello!!! y algunos hasta te lanzan besos.
La vida en el Mekong nos dejó con la boca abierta, por la belleza de sus paisajes, de sus gentes y por el abismo que nos separa de nuestras vidas occidentales.




Atravesamos algún estrecho puente: como el del mono, así llamado porque la gente cuando trepa para cruzarlo asemejaba monos y ya por fin llegamos a los brazos más grandes del Mekong para llegar de nuevo a Can Tho.
Nos despedimos del barquero y de la sobrina y comimos en un restaurante frente al mercado, antes de recoger las mochilas y emprender otro largo viaje a Ho Chi Minh City.
Esta vez no hubo tanta suerte y tuvimos que esperar casi una hora para coger el ferry.
Sorteando la locura de motos, bicis, autobuses y algún coche llegamos a Saigon.
Visitar los Túneles de Cuchi desde Ho Chi Minh
Acordamos con el conductor que nos llevara al día siguiente a los túneles de Cuchi y después al aeropuerto, así nos ahorraríamos buscar un taxi.
Al lado de Kim Travel (la agencia del día anterior), había un hotel recomendado en la Guía Azul, el HOANG LI, que aunque es un poco más caro de lo habitual, como he comentado antes, la fiebre de mi compañera nos hizo aceptar y que ella descansara pronto sin buscar más hoteles.
Nosotros 3 salimos a dar una vuelta por la zona. Hay muchos bares, hoteles, restaurantes y tiendas y mucho ambiente occidental.
Las calles en Saigon son más amplias, la circulación, aunque densa es más fluida y las aceras están un poco más despejadas que en Hanoi.
El sitio que elegimos para cenar estaba en la calle Bui Vien más o menos por la mitad. Tenías que elegir los platos fuera, luego te sentaban y te los calentaban y servían.
Los tres elegimos pollo con curry servido con abundante arroz con verduras, acompañado por una sopa con mucho cilantro. Con dos cervezas y agua nos cobraron 66.000 Dongs, una ganga vamos. Al principio, los tres pensábamos que no habíamos entendido bien, pero al darle el dinero y ver las vueltas nos dimos cuenta de que habíamos cenado de maravilla por menos de 3€ los tres, sobre todo nos sorprendía porque había por ahí mucho occidental, pero en el sitio elegido brillaban por su ausencia, así que suponemos que respetaban sus precios.
Ya nosotros dos solos nos sentamos en una terraza en ALLEZ BOO, 187 Phan Ngu Lao, un bar de copas con bastante ambiente y degustamos nuestro último batido de frutas que pagamos más caro que la cena.
Día 17: Túneles de Cu Chi y regreso a casa
Último día en el país. Bone se levantó pronto y se fue a correr por Saigon y poder despedirse del país a su manera (ver entrada BONE CORRE POR VIETNAM)
A las 8 desayunamos en el Kim Café, al lado mismo del hotel, a base de huevos, fruta, zumos, tés y cafés.
Antes de las 9 ya estaba nuestro conductor esperándonos.
Pagamos el hotel y pusimos rumbo a nuestro último destino: los túneles de Cu Chi.
Estos túneles se encuentran a 50 km de HCMC, el viaje lo haríamos en el mismo coche que nos llevó al delta.
Salir de la ciudad nos llevó casi una hora, por la densidad del trafico y porque los suburbios son tan grandes que casi llegan hasta Cu Chi.
Entramos en el recinto y lo primero es ver un documental con imágenes reales de la guerra.
A continuación, un guía vestido con el uniforme del Vietcom nos enseñó unas trampas que ocultan en el suelo unas afiladas estacas de bambú, que en tiempos estuvieron envenenadas.
Un poco más adelante pudimos ver un pequeño agujero en el suelo. Es una de las entradas a los túneles que han dejado para que los turistas veamos y podamos hacernos a la idea de cómo se escondieron estos campesinos vietnamitas.
El guía dice que por contornos sólo Bone y yo podemos entrar (jejeje). Primero pruebo yo, pero me da miedo, solo entro y salgo. Bone es más valiente.
Continuamos la visita y vimos un despliegue de ingeniosas y al a vez aterradoras trampas. Preparadas con los elementos más naturales del bosque y la selva, pero que resultaban mortíferas y extremadamente dañinas para los americanos.
Después llegamos a un recinto donde el estruendo era ensordecedor. Un campo de tiro habilitado para que los visitantes por el módico precio de 1$ puedan disparar una AK47 y otras armas de la época.
La visita prosiguió y llegamos a un tunel, ensanchado y preparado para los visitantes, de algo más de 100m.
Dos de nosotros nos adentramos en la más absoluta oscuridad. Teníamos que caminar de rodillas y agachados, cada cierta distancia, había salidas excavadas para que pudieramos salir si nos agobiábamos.
El camino era cada vez más estrecho y angosto e íbamos bajando niveles hasta un punto en el que Bone se tuvo que tumbar completamente. Llegados hasta aquí, retrocedí un poco, porque me dio un poco de angustia seguir agazapada en la oscuridad y tomé la última salida. Sólo quedaban unos metros para llegar, pero yo no lo sabía. y no lo pude terminar.
El guía nos iba dejando solos para que pudiéramos experimentar lo que aquella pobre gente vivió, tuvo que ser terrible.
El tour concluyó con una visita a las cocinas y viendo unas ingeniosas sandalias que dejaban las huellas al revés para despistar al enemigo.
Para terminar nos dio par comer yuca con azucar y un poco de té.
Cu Chi me pareció muy interesante pero creo que se ha dejado un poco como un parque temático y se ha frivolizado sobre lo que esta gente tuvo que vivir.
Fuimos a buscar a nuestro chófer al parking que nos llevó al aeropuerto.
Por delante teníamos 24 horas de viaje, tres aviones y varias salas de espera de hasta tres aeropuertos.
Antes de las 9 ya estaba nuestro conductor esperándonos.
Pagamos el hotel y pusimos rumbo a nuestro último destino: los túneles de Cu Chi.
Estos túneles se encuentran a 50 km de HCMC, el viaje lo haríamos en el mismo coche que nos llevó al delta.
Salir de la ciudad nos llevó casi una hora, por la densidad del trafico y porque los suburbios son tan grandes que casi llegan hasta Cu Chi.
Entramos en el recinto y lo primero es ver un documental con imágenes reales de la guerra.
A continuación, un guía vestido con el uniforme del Vietcom nos enseñó unas trampas que ocultan en el suelo unas afiladas estacas de bambú, que en tiempos estuvieron envenenadas.
Un poco más adelante pudimos ver un pequeño agujero en el suelo. Es una de las entradas a los túneles que han dejado para que los turistas veamos y podamos hacernos a la idea de cómo se escondieron estos campesinos vietnamitas.
El guía dice que por contornos sólo Bone y yo podemos entrar (jejeje). Primero pruebo yo, pero me da miedo, solo entro y salgo. Bone es más valiente.

Continuamos la visita y vimos un despliegue de ingeniosas y al a vez aterradoras trampas. Preparadas con los elementos más naturales del bosque y la selva, pero que resultaban mortíferas y extremadamente dañinas para los americanos.
![]() |
Trampas |

La visita prosiguió y llegamos a un tunel, ensanchado y preparado para los visitantes, de algo más de 100m.
Dos de nosotros nos adentramos en la más absoluta oscuridad. Teníamos que caminar de rodillas y agachados, cada cierta distancia, había salidas excavadas para que pudieramos salir si nos agobiábamos.
El camino era cada vez más estrecho y angosto e íbamos bajando niveles hasta un punto en el que Bone se tuvo que tumbar completamente. Llegados hasta aquí, retrocedí un poco, porque me dio un poco de angustia seguir agazapada en la oscuridad y tomé la última salida. Sólo quedaban unos metros para llegar, pero yo no lo sabía. y no lo pude terminar.
El guía nos iba dejando solos para que pudiéramos experimentar lo que aquella pobre gente vivió, tuvo que ser terrible.
El tour concluyó con una visita a las cocinas y viendo unas ingeniosas sandalias que dejaban las huellas al revés para despistar al enemigo.
Para terminar nos dio par comer yuca con azucar y un poco de té.
Cu Chi me pareció muy interesante pero creo que se ha dejado un poco como un parque temático y se ha frivolizado sobre lo que esta gente tuvo que vivir.
Fuimos a buscar a nuestro chófer al parking que nos llevó al aeropuerto.
Por delante teníamos 24 horas de viaje, tres aviones y varias salas de espera de hasta tres aeropuertos.
Nuestra experiencia en Vietnam fue increible, un viaj inolvidable.
HOTELES
- XUAVI MAI: 17 de la calle Dien Bien Phu (Can Tho). Por 12$ estaba impoluto. Habitaciones y baño muy correctos.
- HOANG LI: 256 De Tham. El hotel es caro, 22$ sin desayuno, regentado por un antiguo marinero que pronto nos dice que ha estado en España y otros lugares de Europa. Limpio pero justo para el precio.
- HOANG LI: 256 De Tham. El hotel es caro, 22$ sin desayuno, regentado por un antiguo marinero que pronto nos dice que ha estado en España y otros lugares de Europa. Limpio pero justo para el precio.
Puedes leer el resto del viaje completo o por etapas:
- Norte de Vietnam Parte I
- Norte de Vietnam Parte II
- Centro de Vietnam
- Diario de viaje a Vietnam