Alquilar un coche y lanzarse a conducir en Japón, es toda una aventura. Conducir por el otro lado, carteles indescifrables, callejear por la vertiginosa Tokio... todo se nos hacía demasiado complicado, pero había que intentarlo. Y esta fue nuestra experiencia

Cuando comenzamos a preparar nuestro viaje a Japón, visitar el Parque Nacional de los Cinco Lagos se formaba en nuestra ruta como un destino esencial.
Hay excursiones organizadas que lo montan muy bien, pero
excesivamente caras para nuestro presupuesto, así que decidimos alquilar un
coche en Japón y hacer esta ruta de un día desde Tokio por nuestra cuenta.
Encontramos poca información de otros viajeros que lo
hubiera hecho, así que nos lanzábamos a esta aventura sin muchas expectativas
pues podía ser un éxito o un fracaso, pero animados por nuestros amigos de Dokodemo Door Blog y Viajar Code: Verónica.
Y fue muy bien… salvo porque ese día el sol no quiso
acompañarnos en nuestro periplo y a pesar de que el día amaneció luminoso,
terminó cayendo el diluvio universal y frustró nuestros planes.
TIPS DE VIAJE PARA CONDUCIR EN JAPÓN
Es necesario disponer del carnet internacional. Te lo piden
en el mostrador de alquiler de coches junto con el pasaporte.
Se conduce por la izquierda.
Es de bastante ayuda disponer de GPS o bien de una
aplicación de móvil. Aunque la mayoría de las veces los carteles están traducidos,
llevarlo facilita la conducción, aunque esté en japonés siempre te sirve para
orientarte mejor y ver por dónde vas.
Cuando llega la hora de pagar un peaje (bastante caros, por
cierto) hay que meterse siempre por las zonas que indican monedas o tarjeta en
color verde, nunca la señalizada con ETC en morado, reservadas para titulares
de tarjetas de peaje. Nosotros la primera vez, nos pilló por sorpresa el peaje
y montamos un pequeño atasco, aunque nadie nos llamó la atención ni sonó un
solo claxon.
En los peajes no siempre aceptan tarjeta por lo que hay que llevar
siempre algo de dinero en efectivo.
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Hay que evitar la fila ETC para poder pagar en efectivo |
Merece la pena parar en un área de servicio para disfrutar
de unas instalaciones limpias y con todo lujo de detalles. Hasta puedes
entretenerte en los baños que son muy futuristas.
COSTE
Alquiler del coche: 65 – 90€ dependiendo de la gama.
Alquilamos un Nissan Micra. Puede hacerse directamente con Nissan o a través de
https://www.japan-experience.es/alquilar-un-coche
Peajes autopista: 46€
Gasolina

RUTA CINCO LAGOS
Desde Tokio hasta Kawaguchi hay un par de horas de trayecto
circulando por las extraordinarias carreteras japonesas. Con un poco de suerte,
el Monte Fuji aparecerá majestuoso durante el camino y cuando nosotros llegamos un parque de atracciones surgió de repente asombrándonos a todos.
Desde el lago hay puntos desde donde observar la gran
montaña con su cono casi perfecto, reflejada en el lago y en primavera los cerezos enmarcarán una preciosa
estampa. Este es el lago más explotado y por lo tanto el más accesible.
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La Sakura y el monte Fuji que se deja ver tímidamente son dos símbolos de Japón |
Más adelante, junto al lago Sai (Saiko), que también ofrece maravillosas vistas, se ubica la aldea tradicional Iyashi No
Sato (350 yenes). Un bucólico pueblecillo que nos recibió con los cerezos en
plena explosión y en donde cada casa está dedicada a una exposición o artesanía
tales como origami, cerámica, pintura, escritura, comida de la zona… incluso si os
apetece por 500 yenes podéis enfundaros unos trajes de samurái o unos delicados
kimonos y haceros unas fotos con el Monte Fuji como telón de fondo.
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Los tejados tradicionales, el monte Fuji y los cerezos, la estampa idílica del país |
Aquí nos comenzó a llover un poco y decidimos visitar la
cueva de hielo Narusawa (290 yenes). Equipados con cascos es además recomendable que
llevéis un buen calzado (ni chanclas ni tacones) porque el suelo es bastante
resbaladizo. Descendimos hasta la cueva donde la temperatura baja radicalmente.
Enseguida advertimos porqué nos habían prestado los cascos, pues nuestras
cabezas comenzaron a chocar con el techo de la gruta sin poder evitarlo.
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Cueva de Hielo Narusawa |
Abajo surgen enormes
bloques de hielo y estalactitas congeladas. Es realmente sorprendente. Como
sorprende también el incremento de la temperatura que se aprecia al ir subiendo
las escaleras para salir al exterior.
Como seguía lloviendo, decidimos parar en un restaurante de
la carretera a comer en donde nos sirvieron unos enormes platos de tempura de
camarones que se convirtieron en la mejor tempura del viaje.
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Espectacular tempura de camarones |
Cada vez llovía más y se hacía más patente que íbamos a tener
que cancelar gran parte de las paradas del día. Pero no nos dábamos por
vencidos y bajo una lluvia persistente nos lanzamos a caminar un poco, para
descubrir dos cascadas: la de Shiraito y la de Otodome.
Hay un parking en la carretera que cuesta 500 yenes y donde
nos prestaron unos paraguas. Un poco más adentro hay otros aparcamientos que
son más económicos. Las caminatas no son muy largas, pero la lluvia desluce
mucho el paisaje.
Nos asomamos primero al mirador de la estruendosa cascada de
Otodome, seguimos un poco más adelante, por un camino descendente jalonado de
tiendas de recuerdos, que nos lleva hasta Shiraito. Si no fuera tan intensa la
lluvia, sería un lugar bellísimo.
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Cascada Otodome bajo la lluvia |
Seguimos un poco por la ruta marcada, hasta
distintos miradores pero tuvimos que darnos por vencidos. El camino sigue en
una ruta circular pero, aun con los paraguas, ya estábamos totalmente
empapados. Así que tristemente, tomamos la decisión de regresar a Tokio.
Aun así y después de todo este periplo, recomendamos la experiencia de visitar la zona de los Cinco Lagos del Fuji, al pie de la montaña. Salir un día de Tokio y respirar aire puro, tener la oportunidad de contemplar el gran Fuji, conducir por Japón y un montón de actividades al aire libre que la zona ofrece al viajero, como una gruta de lava, el mar de árboles (Aokigahara Jukai) o bosque de los suicidas, paseos por los lagos e incluso trekings que ascienden directos al cráter de la legendaria montaña, en varios senderos que dividen esta subida en distintas etapas. En la cumbre, un sendero recorre en una hora el cráter.
La naturaleza de Japón se nos presentó exultante, colorida y
con mucha intensidad y nos dejó con ganas de seguir descubriendo este país de
contrastes.
En cuanto a la experiencia de conducir, absolutamente recomendable. Tenemos que dejar el miedo o el reparo en casa pues, cuando superamos el cambio de lado del volante nos damos cuenta de que Japón nos lo pone fácil, con sus infraestructuras, su amabilidad, su respeto... tendremos que limitarnos a cumplir las normas y lo demás fluirá y podremos disfrutar y descubrir el país con libertad.
En cuanto a la experiencia de conducir, absolutamente recomendable. Tenemos que dejar el miedo o el reparo en casa pues, cuando superamos el cambio de lado del volante nos damos cuenta de que Japón nos lo pone fácil, con sus infraestructuras, su amabilidad, su respeto... tendremos que limitarnos a cumplir las normas y lo demás fluirá y podremos disfrutar y descubrir el país con libertad.
Más apuntes de nuestro viaje a Japón
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Cuatro días en Tokio |