Diario de Viaje: escapada a Potsdam y Berlín

Nuestros días en la capital alemana estaban llegando a su fin, pero aun nos quedaba mucho por descubrir. En el estado de Brandeburgo, la coqueta Potsdam y sus palacios nos dejarían maravillados y el broche final lo pondría la interesante visita programada al Deutscher Bundestag.

DÍA 5: ESCAPADA A POTSDAM

Para este día habíamos decidido salir por unas horas de la capital y visitar Potsdam, en el estado federado de Brandeburgo.

Cómo llegar a Potsdam desde Berlín

Como habíamos comprado la Wellcome Card para las zonas ABC no tendríamos que adquirir ningún billete para ese día, así que para ir a Potsdam desde Berlín fuimos a la estación Berlín Hbf tomamos el S7 para llegar a Potsdam. El viaje dura una media hora y hay que bajarse en la última parada. Esta tarjeta se cancela una vez y se utiliza durante las siguientes 72 horas. Así lo habíamos hecho en nuestros primeros días en Berlín.

La visita estrella del día es el Parque de Sanssouci, donde se alzan numerosos palacios, jardines y pabellones imperiales. Es tal su belleza que a Potsdam se la conoce como la Versalles Prusiana.
Para llegar allí, lo mejor es preguntar en la oficina de turismo de la estación ya que son muchos los tranvías y autobuses que te acercan a este recinto y depende de cómo organicéis la visita unos u otros os servirá mejor a vuestros intereses.

Nosotros nos acercamos hasta el Neues Palais, el Palacio Nuevo que fue edificado para mostrar el poderío de Prusia al mundo, de ahí que resulte algo excesivo y extravagante, abusando de la fusión de estilos.

Dimos un rodeo al palacio por los jardines y llegamos hasta el Schloss Charlottenhof, un palacete inspirado en una villa romana, tan apacible, sereno y silencioso que invitaba a disfrutar un rato y dejarse llevar por la tranquilidad que allí se respiraba.

 
Camino de nuestro destino, apareció entre las copas de los árboles la imagen dorada del Chinesisches Teehaus, de planta circular, un edificio exótico y sorprendente en mitad de un bosque alemán.

 
Este Rehgarten o jardín de los corzos nos llevó hasta nuestra meta,  visitar el Scholoss Sanssouci.

 
La entrada cuesta 12€ e incluye audioguía, que se hace tal vez, demasiado larga si la escuchas completa.
El nombre del palacio significa en francés “sin preocupaciones”, Federico II “El Grande” pretendió que fuera lugar de reunión de filósofos y artistas de todo tipo. De hecho Voltaire vivió allí por una temporada. Sin duda es un lugar de extraordinaria belleza y debió de ser inspirador para los intelectuales de la época.

 
Caminando nos dirigimos hacia el centro de Potsdam y accedimos por la Puerta de Brandemburgo, anterior a la de Berlín y erigida también por Federico II.

 
Y así nos encontramos de lleno en la calle comercial de Charlotten-Strasse que nos llevó hasta un acogedor restaurante en la calle Linden, el Zur Linde. Tomaríamos codillo, schnitzel y cordon bleu con cervezas para beber por 57€ para cuatro personas. Los camareros no hablaban absolutamente nada que no fuera alemán pero lo compensaban con mucha amabilidad y disposición para comprender. Las raciones eran muy consistentes y es un lugar que podemos recomendar.

Ya con el estómago lleno, nos dirigimos hacia la iglesia de Pedro y Pablo para pasar posteriormente al barrio Holandés, el Hollanendische Viertel- construido en estilo flamenco por trabajadores holandeses. Sus casitas de ladrillo rojo albergan tiendas de coqueto diseño o cervecerías.

 
Un autobús nos llevaría al norte, hasta el Palacio de Cecilienhof, construido al estilo de una casa de la campiña inglesa y que fue la sede de la redacción de la Conferencia de Potsdam.

 
Aquí comenzaría a llover y ya no nos dio tregua en toda la tarde.
Caminamos por el Neue Garten y nos desorientamos un poco, buscamos el Glienicker Brücke y la lluvia no ayudaba a que nos encontráramos.
Al final el puente apareció. Su interés radica sobre todo en que fue el lugar elegido por rusos y norteamericanos para llevar a cabo el intercambio de espías capturados y por eso es conocido como el “Puente de los Espías”.

 
Tomamos un tranvía que nos dejaría en la estación para regresar a Berlín.

Por la noche cenamos en un pequeño Bistró que nos gustó mucho, con una carta íntegra en alemán. Así que pedimos casi sin saber qué nos traerían a la mesa. Los platos eran en apariencia normales pero con unos sabores increíbles, explosión en la boca. Nos encantó y así se lo intentamos hacer saber al camarero en “perfecto alemán”.
Se llama MIO y está en Samariterstasse 36

DÍA 6: ÚLTIMAS VISITAS EN BERLÍN

Por la tarde salía nuestro tren hacia Dresde pero aun teníamos varias visitas pendientes, antes de dejar la capital alemana.
La primera parada en nuestra agenda era una exposición permanente y gratuita sobre la Seguridad del Estado de la RDA, la STASI. Dispone de audioguía y puedes prolongar la visita todo el tiempo que quieras. Se muestran objetos y artículos de la época y testimonios reales de protagonistas de esa parte de la historia alemana. Podéis verlo en Zimmerstrasse 90 (metros U6 y U2). Dan un folleto muy extenso con explicaciones en castellano.

No lejos de allí, al oeste del Check Point Charlie hay otra exposición gratuita que visitamos: Topografía del Terror.
Allí aún puede observarse parte de muro y los cimientos y sótanos de lo que fue el edificio del aparato de poder del régimen nazi. Está en inglés pero las fotografías son sobrecogedoras y los textos cortos y fáciles de comprender.
Discursos de Hitler, carteles propagandísticos del partido antes de ganar las elecciones, la quema de libros, el boicot a los negocios judíos… todo está retratado.

Todavía nos quedaba una visita importante de la capital. Previamente habíamos reservado una visita guiada en castellano al Deutscher Bundestag que dura unos 90 minutos. Hay varias opciones y nos decantamos por la visita al Parlamento y la cúpula diseñada por el arquitecto británico Norman Foster, es gratuito.

Para registrarse hay que hacerlo desde la página web del propio Bundestag. Te envían una confirmación con el día y la hora y piden que te presentes 30 minutos antes.

Fue muy interesante adentrarse en el Parlamento alemán, pero para ello tuvimos que pasar muchos controles de seguridad. Se puede ver lo poco que queda del antiguo parlamento neoclásico, con sus muros tiznados de carbón con firmas y grafitis de soldados rusos.

 
La magnífica cúpula, que se visita al terminar la ruta guiada, es sin duda la estrella del lugar. La idea, metáfora de transparencia, está perfectamente plasmada.

Se asciende de la mano de una audioguía que va sincronizada con el ritmo de la subida del visitante.


 
Desde allí las vistas son increíbles y nos descubre una nueva perspectiva de Berlín que nos estaba ya diciendo adiós.

[ACTUALIZACIÓN (nov. 2015):
Una amiga del blog nos pasa la siguiente información para aquellos que no hayan reservado  a través de la web o cuando lo hayan intentado ya no queden plazas. Se puede acudir directamete a las oficinas frente al Bundestag ya que sacan 90 plazas cada hora para visitar la cúpula. La espera puede ser de una hora y media aproximandamente y se pueden ver las plazas disponibles en pantallas ubicadas en la calle para que los viajeros puedan decidir si la larga espera merece la pena.]
Tras un paseo nostálgico repitiendo alguno de los puntos más importantes nos dirigimos a un lugar muy interesante: Nordbahnhof, la estación fantasma que quedó abandonada y sellada ya que comunicaba las dos alemanias.

Las fotos muestran el proceso de tapiado de las puertas y cómo se cerraban los túneles. Se reabrió el 1 de septiembre de 1990 y entre el 13 de agosto de 1961 y esta fecha, ningún tren circuló por ella. Es un lugar que tiene algo inquietante todavía, sus paredes aun emanan algo de la trágica historia de la que formaron parte.
Fuera, en el cruce con Bernauerstrasse, encontramos otro emotivo homenaje a los caídos que intentaban cruzar el muro y restos de éste.

 
Ya solo nos quedaba regresar a por nuestras maletas y poner rumbo a la estación para tomar el tren que nos llevaría a Sajonia, nuestro próximo destino antes de viajar a Baviera.

Berlín, crisol de culturas, ecléctica, moderna, una urbe que intenta curar sus heridas aunque sus cicatrices aun sean visibles, pues a la vez es una ciudad que se resiste a olvidar.
 
Diario de Viaje:

24 comentarios:

  1. Qué maravilla Potsdam. A nosotros Alemania nos encantó, tiene tanta historia y tantos lugares preciosos...Estamos deseando volver! Me gusta lo de la sincronización de la audioguía :-D

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    1. Para mi Alemania es un país especial al que siempre tengo tendencia a volver. De echo espero que en breve podamos descubrir la zona de Baviera que se nos quedó pendiente.
      Lo de la sincronización de la audioguía es una pasada, ¿nos estáis hartos de buscar el número de la parte que toca y equivocarse al marcar o perderse y escuchar otra cosa que no tiene nada que ver? Es una maravilla, funciona solo ;-)

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  2. Tomo buena nota!! nosotros queremos parar a ver Wannsee de camino a Postdam. Es un lugar que tenemos que visitar si o si.
    Ya miraré de planificar bien horarios porque veo que Postdam es preciosa ;)

    Un abrazo!

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    1. Igual para hacer todo en un día desde Berlín es muy corrido. Podríais hacer noche en Potsdam ydisfrutar de un día en Wannsee. Es una idea
      Besos

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  3. Qué recuerdos... Hace ya unos cuantos años que fuimos a Berlín e hicimos una escapada a Potsdam. El Parque Sanssouci nos pareció una pasada, aunque había alguna zona que estaba en peor estado.
    La historia que se respira en Berlín y en Potsdam le da un algo especial. Han tenido lugar allí acontecimientos tan importantes y hace tan poco...

    Un saludo.

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    1. Me gusta mucho el país porque a pesar de la historia reciente han aprendido a convivir con ello y a reconstruir sus vidas con trabajo y esfuerzo.
      Yo admiro mucho a los alemanes.
      Saludos

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  4. Estuve hace muchos años y que lástima de recuerdos no reforzados por unas buenas fotografías, lo tengo todo medio borroso. Tengo que volver. Gracias por reforzar un poco mi memoria.
    Un saludo

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    1. Gracias a tí Carmen O por tus palabras. Me alegra haberte ayudado a recordar esta ciudad que nos encantó.
      Espero que regreses pronto.
      Un abrazo,

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  5. Te puedes creer que no conozco esta parte de Alemania, ni Berlin ni Postdam. Lo he ido dejando, tal vez por el precio alto de los vuelos a Berlin. No pude ser, hay que remediarlo !!

    Un abrazo

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    1. Víctor, tenéis que poner remedio lo antes posible ;-)
      Hay alguna compañía low cost que vuela a Berlín, nosotros entramos por Berlín y salimos por Munich, también puedes entrar o salir por Dresde. Hay muchas opciones
      Ya lo he dicho anteriormente, yo tengo algo con Alemania que me hace sentir como en casa.
      Un abrazo para vosotros también

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  6. Nosotros no tuvimos tiempo de visitar Postdam, pero solo estuvimos 48 horas en Berlín y no era plan de salir de la ciudad y no ver la de cosas que tiene. Y aunque visitamos la cúpula del Parlamento, nos quedamos con ganas de verlo por dentro, pero había sesión plenaria y no era posible... Otra vez será!!
    Un abrazo

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    1. Visitar Potsdam es recomendable, pero solo si tienes tiempo suficiente para estar en Berlín.
      ¿Sabes que creo que el parlamento puede visitarse cuando hay sesión? pero hay que reservar.
      Un abrazo.

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    2. Cuando haces la reserva para la cúpula, justo el día que íbamos nosotros no se podía reservar y ponía que era porque había sesión. Tal vez lo hayan cambiado porque nosotros estuvimos en 2012.

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  7. La cupula se ve muy futuristica. Es un buen simbolo de la reunificacion. He leido que Foster queria otra estructura para la cupula pero el Bundestag decidio por este domo de cristal.

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    1. Ah, pues no sabía la historia. Sí que nos contaron que lo que querían era dar sensación de transparencia.
      Un abrazo Eduardo

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  8. De Alemania nada más conozco Baviera y la Selva Negra, pero a Berlín no he llegado aun, una vez tuve los billetes de avión comprados y no pudo ser porque me pusieron una entrevista de trabajo ese mismo día, pero estoy deseando ir y cuando vaya no dejaré atrás Postdam. Muy buena entrada, como siempre. Un abrazo,

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    1. Gracias Caliope, te recomiendo la escapada a Potsdam, sobre todo si ya llevas unos días en Berlín para cambiar un poco de aires. Te traslada a otro mundo.
      Besos

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  9. Un recorrido muy bueno. A mí también me llovió en Postdam, pero guardo muy buen recuerdo. Yo fui en 2005 y entonces aún había que hacer cola para ver la cúpula, que me gustó mucho. Berlín es un buen destino para pasar unos cuantos días.

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    1. Si vuelves ahora a Berlín, habrá cambiado de como tú la recuerdes.
      Es la magia que tiene esta ciudad, que está en constante movimiento y puedes volver y siempre sorprenderte una vez más.
      Un saludo,

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  10. Hola viajo esta semana que viene a Berlin y quiero ir a Potsdamm y Dresde pero no se muy bien desde que estación tengo k coger los trenes.
    Tambien para ir a Dresde puedo coger algún tipo de abono ya que vamos 3 personas.
    Gracias.

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    1. Nosotros para ir de Berlin a Potsdam fuimos desde la Berlín Hbf y cogimos el tren S7 y desde Berlín a Dresde cogimos un tren que salía de la esta misma estación, que es la Estación Central.
      Para cuatro personas sí que encontramos billete más barato, pero no sé si para tres habrá algún abono. Puedes mirar aquí web www.bahn.com que es desde donde reservamos nuestros billetes.

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  11. Potsdam es maravilloso. El Versalles prusiano. Yo pasé todo un día pateando por allí con esta ruta: http://www.walkingo.com/route.php?city=473
    Muy recomendable. Especialmente para para los más frikis de la arquitectura y la historia ;)

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  12. hola
    la proxima semana nos vamos a Berlin 4 dias, queremos ir a Postdam. Sabes si merece la pena y si hay opcion de recorrer sus calles en bicicleta alquilada alli en Postdam?
    un saludo y gracias por tu info

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    1. Hola,
      Para nosotros sí que mereció la pena la escapada, ya que es muy distinto a Berlín. Sobre todo recorrer jardines y Palacios.
      Lo que ya no sé es el tema bicicletas, ya que ni lo hicimos así ni nos fijamos en ese momento.
      Siento no poder ser de más ayuda y me alegro de que te haya servido la info.
      Saludos

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